17 de junio de 2007

TIERRA DEL FUEGO, OTRA VERGUENZA NACIONAL

En una nota publicada en nuestro blog el 16 de mayo de 2007 titulada: "La argentina violenta también llegó a Tierra del Fuego", (puede leerse mas abajo), donde refiriéndonos a nuestra preocupación por el problema de la violencia generalizada de hechos, gestos y palabras que estamos viviendo en nuestro país, transcribimos dos hechos que acontecieron en Tierra del Fuego, con la intención de alertar y mostrar hasta donde estaba llegando este fenómeno no deseable de la violencia y también con el fin de informar a nuestros amigos de lo que ocurría.


Hoy desgraciadamente, día de elecciones en esa provincia, se ruega a Dios que el comicio se desarrolle normalmente, en función de que existe un gran temor por la serie de inmundicias que se desarrollaron durante la campaña.


Pareciera ser que sí, que estamos frente a una nueva política, la del agravio, el insulto, la descalificación, la ridiculización y la de la comicidad malévola como toque humorítico hiriente.


Pero cuidado, que la violencia sigue avanzando y si el ejemplo de Tierra del Fuego al igual que otros producidos día a día en el campo social siguen apuntando tan alto, nosotros estamos convencidos que nos dirigimos hacia un camino peligroso.


El común de los ciudadanos quizás todavía no tenga la percepción que nuestra profesión de sociólogos nos suele dar, pero a aquellos que de esto algo saben, les rogamos que no se hagan los distraidos porque los platos rotos los pagarán todos nuestros hijos.


La Santiago del Estero de los Juarez nos parecía un hecho del pasado, pero no, parece que está vigente y extendiéndose también al sur.


Que podemos esperar de los tres candidatos de la elección de hoy?, gane quien gane, ya sea K o L, si fueron capaces de llegar a tanta mugre en una campaña que realmente averguenza.


Entiéndase esta nota, porque tal como lo dijimos el 16 de mayo, solo nos impulsa el deseo de alentar y poner en alerta, no vaya a ser que tengamos que volver a los lamentos post factum a los que estamos acostumbrados, que de poco sirven.


Lic. Abel Ayala