Para quienes no la conocen Yoani Sanchez es licenciada en
Filología, amante de la tecnología, la literatura y el periodismo. Vive en La
Habana y trata cada día de ayudar a construir una Cuba plural, inclusiva donde
quepan todos los cubanos. En estos momento trabaja como periodista y directora de
este diario digital 14ymedio.com del
cual se transcribe su artículo. Recibió varios premios internacionales, entre
ellos en Berlín el premio Bob al Mejor Blog que le
concedió la cadena alemana de televisión Deutsche Welle (DW) en 2008 por su
proyecto ‘Generación Y’.
A continuación se transcribe el artículo:
YOANI SÁNCHEZ, La Habana | 22/09/2015
El gobernante cubano, Raúl Castro, ha acompañado en todas sus misas al
papa Francisco durante su recorrido por la Isla. Desde la oficiada en la Plaza
de la Revolución de La Habana hasta las palabras pronunciadas en la Catedral de
Santiago de Cuba. Como quien busca la absolución por una larga lista de
pecados, el General Presidente se trasladó de la capital al oriente del país
tras la comitiva del pontífice.
Castro parece estar cumpliendo de esa manera la advertencia que hiciera en Roma en
mayo pasado. Dijo entonces: "Si el papa continúa hablando así volveré a
rezar y regresaré a la Iglesia, y no lo digo en broma". El retorno a la fe
no sólo parece incluirlo a él, sino también a parte de su familia que lo ha
acompañado, al resto del ejecutivo de la Isla y a los medios de prensa
oficiales.
No obstante el repentino fervor místico, la televisión nacional evitó
cuidadosamente mostrar imágenes del presidente cubano cuando los fieles
rezaban, se daban "la paz" o repetían alguna oración durante las tres
misas en las que estuvo presente. Las cámaras sólo lo enfocaban a la llegada o
salida de los templos y plazas.
En especial apuro han estado algunos locutores televisivos que
participaron en la revista especial, emitida durante estos tres días. Varios
rostros conocidos por su acérrimo discurso ideológico esta vez han debido
moderar su vocabulario y salpicar las frases con salmos, alusiones bíblicas y
reverencias a las figuras religiosas.
Las piruetas para evitar palabras como "revolución",
"comunista", o "compañeros", que han llevado a cabo estos
presentadores y periodistas, también han sido dignas del circo político que
representan. Sólo faltó que fueran al estudio con el crucifijo y la Biblia,
pero no fue necesario.
Los excesos de incienso de estos días no han gustado a muchos.
"Esto va de lo sublime a lo ridículo", me comentó un militante del
Partido Comunista de 63 años, que vive en mi edificio. "Del ateísmo al
servilismo religioso", agregó en alusión a la actitud de las autoridades
cubanas y la transmisión de misas completas en los medios nacionales.
Ahora sólo nos falta
escuchar el próximo discurso público de Raúl Castro para comprobar si también
ha sustituido el belicoso ¡Patria o muerte! por el conciso ¡Amén!