24 de marzo de 2016

HOY 24 DE MARZO HAN PASADO CUATRO DECADAS DEL GOLPE DE 1976 Y LO VEO DESDE MI PROCEDENCIA


Quien esto escribe se considera con suficiente autoridad para hablar de aquel hecho, en ese momento tenía 39 años de edad y vivió y sufrió ese procesocomo ciudadano y profesional de sociología.
Comencé mi compromiso público institucional a los 12 años de edad, al integrar en ese momento  la Juventud Católica en la Iglesia de la calle Aristóbulo del Valle en la localidad de Munro. En 1951, teniendo 15 años me integré también como joven a la actividad política en la UCR donde la fórmula presidencial para enfrentar a Perón en las elecciones de 1952 fue la de Balbín-Frondizi.
En la campaña pinté paredones, pegué carteles y tenía un antiperonismo bastante adentrado en función de mi procedencia de la Juventud Católica.  En ese momento la Iglesia estaba enfrentada casi en su totalidad con Perón, salvo algunas excepciones, como lo fue el Padre Benitez confesor de Evita. Tal era el enfrentamiento de la Iglesia Católica con Perón que recuerdo que el día que murió Eva Perón, en el galpón del fondo de la Iglesia donde teníamos un billar y juegos diversos, por moción de los  mayores festejamos brindando con sidra la muerte de Eva . Durante esa campaña en dos actos de la UCR grupos del peronismo nos agredieron y trompearon lindo, ya sea en el acto frente a la estación Munro, como en el acto, que creo que fue el de cierre de campaña, que se realizó en Plaza Italia, donde militantes del peronimo nos arrinconaron contra el cerco del Jardín  Zoológico y nos dieron como se suele decir “sin asco”.
Mi búsqueda del espacio deseado hizo que a los 17 años militara en el Partido Demócrata Progresista, quizás por la influencia histórica de mi padre que fue Secretario por la Juventud del Senador  Dr. Lisandro de la Torre.
En 1955 ingresé a la facultad de medicina, donde un compañero de estudio llamado Nestor Cascelli me convenció para que descargara mi búsqueda política en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que había sido fundada en 1937,  por figuras sociales y políticas,  considerada como la primera institución argentina de Derechos Humanos por sus objetivos y su funcionalidad.
En 1959 cuando el Presidente Frondizi puso en vigencia el Plan Conintes (Conmoción Interna de Estado),, equivqlente a un estadi de sitio , situación que me llevó a ver al peronismo desde otro ángulo. Esto me llevó a ubicarme en la vereda de la Resistencia Peronista donde permanecí hasta mi desafiliación en el 2005 cuando Anibal Fernández dijo que “había que meterse la marchita en el culo”.
 Desarrollé trabajo universitario partidario, trabajo de base en el Barrio el Martillo cerca de la Iglesia donde ahora está la Hermana Marta y en aquel entonces estaba el padre Antonio Puijagne, que si bien en ese entonces no se había involucrado en la política,  cumplía una función social, al punto de tener un consultorio pediátrico gratuito que atendía el Dr. Serra, extendiéndose la influencia del mismo desde el Martillo hasta el Barrio Las Heras.
 Además fui corresponsal de la Revista Aquí y Ahora de origen cordobés que dirigían los hermanos Perez Gaudio y viajaba muy seguido a Bs. As. para reunirme con mi primo que era defensor de presos políticos de importantes  organizaciones armadas, con quien colaboré junto a Ortega Peña, Abal Medina padre y muchos más, para la organización del acto de lanzamiento del “Luche y vuelve” en la cancha de Nueva Chicago, donde fueron oradores mi desaparecido (11 de mayo de 1976) primo Mario Hernandez,Rodolfo Ortega Peña, Firmenich, Norma Kennedy, el Capitan Farmache y Héctor Cámpora, noche en la que este último aceptó el lanzamiento de su candidatura a Presidente de la Nación propuesto por la llamada Juventud Peronista y digo llamada porque la JP no tenía límite de edades.
Evito dar mas detalles de mis antecedentes que no son el propósito de estas líneas, pero no quería  hablar del 24 de marzo de 1976 sin dejar  marcado de donde venía.

24 DE MARZO DE 1976
Hoy se cumplen 40 años de un golpe que comenzó a engendrarse mucho antes del año 1976. La causa central fué la muerte de Perón en 1974 y la continuidad del manos en manos de  Isabel Martinez de Perón altamente influenciada por José López Rega.
A  partir de mediados de 1975 se profundizaron las contradicciones y se agudizaron los enfrentamiento, que llegaron a su máxima violencia en 1974 con el  asesinato de Rucci reconocida su ejecución, por parte de los Montoneros. En ese mismo año fue asesinado el cura Mujica. Todavía hoy  se sigue discutiendo quienes fueron los responsable por haber entrado en ese entonces en conflicto con la llamada “tendencia” tal como consta en una publicación de la Revista El Descamisado, al mismo tiempo el asesinato de Rodolfo Ortega Peña cuya autoría fué reconocida por la triple A como los  asesinatos  de Silvio Frondizi, Julio Troxler y una cantidad importante que se producían casi día a día.
No se puede dejar fuera de este contexto el cuestionamiento que ocho Diputados de la JP fueron a hacerle  a Perón antes de su muerte y que implicaba un giro ideológico. El General respondió: “muchachos si no están de acuerdo sáquense la camiseta”.
Vale la pena destacar que quienes se veían envueltos en ese “clima de guerra” era no mucho más de un 10% de la población, mientras el 90% lo veía desde afuera y no sufría las consecuencias del mismo, salvo excepciones.
El golpe de Estado desde meses antes de producirse era casi un hecho aceptado por la mayoría de la sociedad, acelerado por el “Lopezreguismo”, el Rodrigazo y el clima de violencia existente producido por el extremismno ideológico. No olvidemos que una  parte importante de la provincia de Tucumán había sido tomada por el ERP /Ejercito Revolucionario del Pueblo) que había establecido su capital en la ciudad de Concepción y pretendía extenderse para pedir ante los organismos internacionales el reconocimiento de un nuevo país en la zona.
No olvidemos que el contexto internacional prácticamente se dividía entre comunismo y anticomunismo. Esto llevó a que Gerald Ford con la ayuda de Kissinger desde EEUU colaboraran indirecta y hay quienes dicen directamente  con el golpe y el gobierno militar hasta enero de 1977 cuando asumió Jimmy Carter como Presidente de los EEUU y que representó un cambio de su país frente a los derechos humanos. También favorecieron el golpe de estado los grupos ideológicos de extrema izquierda que planteaban la consigna de: “cuanto peor mejor”.
Ya a partir de mediados de febrero de 1976 se esperaba el llamado golpe por casi el total de la ciudadanía, a tal punto que quien esto escribe y era docente de Humanidades de la Universidad de Mar del Plata fue echado por el asumido Decano Prieto el 10 de marzo , quien ya decía que era el Decano del proceso militar, cosa que  se verificó en los hechos.
Durante los tres primeros meses de 1976 se vivieron un clima tenso y que de acuerdo  a trabajos sociométricos realizados en aquel momento, para un porcentaje próximo al 90% de la población, expresaba sentir alivio por lo ocurrido el 24 de marzo. Esto se expresaba en la hoy tan olvidada respuesta del “por algo será” que teníamos que soportar los que denunciábamos socialmente la desaparición de familiares, amigos y compañeros de diversos Partidos..
A partir de 1977 el gobierno militar contó con el apoyo del Secretario General del Comité General del Partido Comunista Leonid Brezhnev  por dos razones, por un lado por las relaciones comerciales que había establecido Argentina con Rusia y por otro lado por la política de Derechos Humanos que defendió el Presidente de EEUU Jimmy Carter, al punto tal que se dice que la Secretaria de Derechos Humanos de EEUU Patricia Derian que vino en 1977 a la Argentina y enfrentó en sus charlas oficiales al régimen militar, llegó a ser amenazada de muerte.
En 1978 y en plena acción del gobierno militar se distrajo mucho a la población con el Campeonato Mundial de Futbol, donde como pensábamos muchos para desgracia del país Argentina ganó el campeonato y las calles de todo el país fueron ocupadas por gente que festejó hasta altas horas de la noche el logro del equipo de Menotti, mientras estábamos en uno de los momentos más pico de la represión.
Con el transcurrir del tiempo hubo un porcentaje de ciudadanos que recién comenzaron a ver la verdad de lo que estaba ocurrieno, pero como el gobierno militar iba perdiendo fuerza el 1 de abril de 1972 el General Galtieri anuncia el desembarco de tropas argentinas en Malvinas y los militares vuelven a llenar las calles y las plazas del país en expresiones de alegría y triunfo, tal como ocurrió con el Mundial de Futbol. El 14 de mayo cuando Argentina se rinde en Malvinas ante las tropas inglesas comienza el fin del nefasto proceso que dejó miles de muertos desaparecidos y que hoy se discute si fueron menos de 10.000 o 30.000, discusión absurda como sigue siendo la de la cantidad de muertos en el holocausto de la segunda guerra mundial.
Hoy además de recordar la memoria de los desaparecidos, es justo también recordar a aquel grupo de valientes mujeres :  Azucena Villaflor de Vicenti, Berta Braverman, Haydée García Buelas, María Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, María Mercedes Gard y Cándida Gard, Delicia González, Pepa García de Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin, Antonia Cisneros, Sra. de Caimi, Ada "Cota" Feingenmüller de Senar, que el 30 de abril de 1977 se movilizaron en Plaza de Mayo para reclamar por la desaparición de sus hijos.
También hoy cabe recordar que recuperada la democracia y bajo la presidencia de Raúl Alfonsín un Tribunal  tuvo la valentía de enjuiciar a los militares cuando aún los mismos tenían poder real.
Con el tiempo transcurrido ya no tiene sentido discutir por los indultos y otras yerbas, un problema cierto pero multifacético y cargado de ideologismos, que termina resultando una falta de respeto a la memoria de mi primo Mario, del Patito Scoccimaro, de Estela Marazzato, de Roberto Carri, de Hugo Alais, de Morris Cañueto y de muchos amigos y no amigos  que se llevó el cruel proceso militar.
Me doy vuelta y miro para atrás solo para recordar las palabras finales del Fiscal Strassera “NUNCA MÁS”