30 de abril de 2007

LA VIEJA Y LA NUEVA POLITICA ¿QUE SE ENTIENDE POR VIEJO Y QUE SE ENTIENDE POR NUEVO?

Conocer que se entiende por viejo y que se entiende por nuevo es fundamental, máxime en política. Si previamente no se define operativamente que decimos cuando decimos esto, podemos asegurar que se puede entrar en discusiones bizantinas que de nada sirven.

Para decir lo que pienso voy a explicar que entiendo yo por vieja política, por lo menos creo que es aquella política previa a 1976, porque si de Menem estamos hablando como vieja política, se me ocurre que estamos hablando de contemporaneidad.

Seguramente hubiera sido muy lindo vivir la política del 30, del 20 y así hacia atrás.Realmente me hubiera gustado vivir para conocer a Lisandro De la Torre, pero la vida biológica no permite tales lujos, por lo tanto de ella conocemos lo que nos pueden contar algunos sobrevivientes o historiadores en sus diversas versiones.

Lo que si pude conocer es la vieja política a partir de la década del 50 y la verdad es que en aquel entonces soñábamos y buscábamos optimizar la política de una u otra forma.

En esa década, al igual que hoy éramos bipolares. Con Perón o contra Perón, no había mucho término medio se era peronista y si no "gorila" (UCR,PS,PC.etc).
El término "gorila" era usado como término ofensivo por el peronismo, en tanto los llamados "gorilas" asimilaban la palabra peronismo con la acepción que tienen hoy los jóvenes de la palabra"negro", acepción esta que además de involucrar el color, involucra la suciedad, la falta de educación y algunas otras yerbas.

Siguiendo con lo del 50, recuerdo que en aquella época a Perón se le endilgaron cosas poco creibles, el caso de Nélida Rivas, el caso del corte de lengua a Cipriano Reyes, al cual con el correr de los años lo escuché hablar claramente y así muchos más.

A Evita, pobre, se le endilgaron romances previos a conocer a Perón como si no hubiera tenido derecho a tenerlos, también el vestirse de largo y lucir joyas para las veladas de gala del Colón, porque recordemos que el resto del año lucía sus trajes sastre y sin ostentaciones burguesas.

Pero lo que más recuerdo es que casi no se hablaba de corrupción, de la coima, de la avivada, del curro, del travestismo político, de la militancia paga y de esa variedad de cosas ligadas al dinero (capital) y al uso abusivo del poder para hacer negocios. Recuerdo que Jorge Antonio fué un hombre ligado al poder y que hizo negocios, pero también recuerdo que fué representante en argentina de una empresa extranjera como Mercedes Benz, pero los negocios que hacía con esta empresa, que yo sepa, no afectaba las arcas del Estado y además no los hacía desde la esfera pública.

No recuerdo que haya habido familiares de Perón o de Evita, salvo su hermano y algún caso más que se me escapa, en cargos públicos. Tampoco recuerdo muchos casos de cadenas familiares que vivieran del erario del Estado, quizás algo habrá habido, pero eran mas prudentes y más pudorosos. También recuerdo que no se hacía ostentación de la honradéz y la decencia, porque en general en los políticos como en la sociedad se lo consideraba un valor incorporado.

Las razones de acusaciones y de polémica eran basicamente políticas y no económicas, pero el mundo, la sociedad y la política han cambiado.

El pensar que Richard Nixon fué destituido como Presidente de los EEUU en 1974 por una denuncia periodística por el caso Watergate, fenómeno que hoy sería visto en la sociedad casi como cosa normal y hoy vemos por otro lado que Bill Clinton no tuvo ningún inconveniente en la sociedad norteamericana con el caso Mónica Lewinsky, a punto tal que su esposa se presenta ahora como precandidata a presidente de los EEUU siendo acompañada por su esposo a casi todos los actos. Evidentemente nos están mostrando otro ranking de valores éticos y morales de la política.

En la Argentina tenemos un caso similar. En el El Teatro Argentino de La Plata el ex Presidente Duhalde era el Padrino, no olvidemos que los padrinos tienen sus ejecutores, y hoy vemos que casi todos los ejecutores de ese padrino ocupan cargos y espacios en el actual gobierno.

Entonces que pasa? Hay nueva y vieja politica o hay nueva y vieja ética y moral social y por ende política?

Por eso en esta encrucijada quedan dos caminos, si elegimos el de la conveniencia personal existe la posibilidad de que tengamos que decir: Viva la nueva política, si nos guiamos en la conducta, la coherencia, la ética y la moral en serio (no la moralina), quizás tengamos que decir: Viva la vieja política.

Aunque no nos guste creo que la realidad es así de cruel.

Lic Abel Julio César Ayala