10 de abril de 2015

ASI ES LA FRANQUICIA P.J. COMO SE COMPORTO ANTE LA PRIVATIZACION DE YPF



La entonces diputada en Santa Cruz y ahora presidenta, cuando se dirigía a sus pares en la legislatura provinvial en el año 1997 ante la privatizacion de YPF decía:


Señor presidente: Venimos a requerirle que, a través de una declaración, nuestra Honorable Legislatura se expida exigiendo a los diputados nacionales del Distrito que posibiliten el tratamiento del proyecto de Ley de la Nación que trata sobre la transferencia del dominio público de los Yacimientos de Hidrocarburos del Estado Nacional a las provincias en cuyos territorios se encuentre (trámite parlamentario 78-s-1992) en tanto se juega allí la perspectiva de futuro de nuestra Provincia ya que es aquella norma el marco adecuado para la resolución de las controversias que frente al Estado Nacional hemos tenido. Es que un conjunto de legisladores de la Cámara de Diputados de la Nación , cada uno con sus respectivas razones, vienen obstruyendo la posibilidad de que aquella Ley de Federalización de Hidrocarburos y de Privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales tenga siquiera su tratamiento en esa Cámara. Como se comprenderá, ninguna argucia reglamentaria debe estar puesta al servicio de retrasar las soluciones que nuestra Provincia necesita. Del dictado de esa ley depende hoy el envío de los 480.000.000 de US$ y el pago de nuestra parte en la licitación de las áreas ya concretada. 

En este orden de ideas, que se posibilite el tratamiento y la sanción del proyecto sancionado ya que en la Honorable Cámara de Senadores de la Nación cobra para nuestras cuentas una doble importancia. En lo económico posibilita la mejora de nuestras cuentas y en lo institucional, nos torna creíbles y respetables en cuanto damos cumplimiento a la palabra empeñada. 

Por supuesto, esta exigencia debe hacerse sin perjuicio del respeto que la investidura y la propia función que nuestros diputados nacionales ejercen, pero con la firmeza que la situación exige. 

Proponemos tal declaración de aptitud moral que nos da el hecho de haber desoído cualquier presión partidaria o gubernamental, o cualquier cuestión de disciplina partidaria, a la hora de defender nuestro territorio. Nadie podrá desde la perspectiva de una supuesta obligación impuesta por la disciplina partidaria oponerse a la declaración ni dejar de cumplir sus postulados, cuando está en juego, como está, la perspectiva del futuro económico provincial, como el prestigio de la Provincia como también el de la Cámara en particular.

Y así lo festejó Clarín.