Es cierto que casi no quedan políticos de raza, llámese en primer término honestos, después conocedores de los temas o con equipos conocedores. Cuidado con el que sabe todo y resuelve todo porque es peligroso en general termina convirtiéndose en caudillo, lo cual es la apertura de la puerta al populismo que reniega de las Instituciones.
Debo reconocer que quizás un cómico como Del Sel carezca de formación política de origen como supo haber en otras épocas ( De la Torre, Rodriguez Araya, Jorge Abelardo Ramos, Arturo Frondizi y muchos más), pero que a un candidato porque ejerció la comicidad se lo llame "berreta" me parece casi una reacción histérico clasista.
Porque digo esto. Quienes no son berretas? ¿Los socialistas que intentaron hacer fraude en Santa Fé y se los descubrió?. ¿El Vice Presidente de la Nación, que quienes lo conocemos de joven sabemos quien y como es?. ¿Insaurralde que sale de caminatas con Jesica Cirio?, etc, etc.
Frente a la realidad que vivimos, prefiero como político a un cómico "berreta" tal como dice Noticias y no a ladrones profesionales. A mi criterio la primer condición que hoy se le debe pedir a un político es HONESTIDAD, porque el berretismo tal cual lo ven ustedes es reversible con esfuerzo, en cambio la condición de ladrón prácticamente no se revierte, porque un ladrón siempre quiere más.
No me interesa defender a Del Sel, pero para la política entre un berreta y un Partido fraudulento, me quedo con el berreta.
