La nominación del Papa argentino tendría que haber sido un motivo de inmensa alegría de los católicos por su creencia y del Gobierno argentino por ser nuestra religión oficial. Pero una cosa es lo que tendría que haber sido y otra lo que fué en función del conflicto existente entre nuestras autoridades nacionales con el Cardenal primado de la Argentina.
Para los que somos creyentes fué una inmensa alegría que el Papa fuera un argentino, pero mas sorprendente fué ver que después de 2013 años llegara a ocupar el trono de Pedro un Jesuita.
Tampoco la designación de Nuestra Santidad tendría que haber causado conmoción en el sector político pero así fué, donde la Presidente en primer momento le envió un mensaje protocolar muy gélido a punto tal que pidió la confección del mismo a la cancillería, o que en la Cámara de Diputados se hayan dicho de todo porque la oposición pedía suspender la sesión que estaban realizando para ver por TV las primeras palabras de nuestro Santo Padre, mientras el oficialismo a través del burgues empresario de transporte automotor y Jefe de Bloque no se lo permitió, o que muchos personajes afines al oficialismo trataran de vincularlo con el pasado procesista, o que la locutora que vive con Boudou twitteara que ella no estaba contenta, etc, etc.
Lo cierto es que no ha transcurrido dos semana de la asunción del Papa y ya encontramos la calle llena de calzones como producto del descenso de los mismos de muchos de aquellos que en el inicio blasfemaron contra su Santidad. A fuerza de ser justo hay que exceptuar a Moreno y seguramente a muchos más oficialistas que aunque no se supo publicamente pensaron frente a lo acontecido igual que el cuestionado Secretario de Comercio que estaba contento por lo acontecido por ser un católico practicante.
En tan pocos días un río torrentoso ha pasado bajo el puente y solo Dios sabrá lo que vamos a tener que seguir viendo pasar. No llame la atención que le pidan al Arzobispo a cargo, la reserva de las cuatro primeras filas de cada Iglesia para ser ocupada por la agrupación del tío Cámpora. Aunque paradójico y ruiseño, deseable.
Hoy como muestra de lo dicho la Argentina votó contra Irán en el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas por considerarlo un país terrorista, quizás mañana le pidan la renuncia a todos los funcionarios con pasado Comunista que son muchos. Con los maoistas no se van a meter a pesar de que Mao en la revolución cultural mandó al tacho a más de 30 millones de Chinos y Stalin solo a 20 millones.
En fin, el futuro político se ha puesto imprevisible y lleva a muchas reflexiones, pero hay una que me atormenta y que como católico y también ex activista política ya no me deja dormir y hasta que no la explicite no me quedaré tranquilo. Tengo que decir: PERDON BOROCOTO por haberte juzgado en otro momento como te juzgué.
