26 de noviembre de 2014

NUESTRO PODER TIENE GENES CLEPTOMANOS PREVIOS AL 25 DE MAYO DE 1810. LO DEMUESTRA LA FORMA DE OPERAR DEL PUERTO DE BUENOS AIRES DESDE EL SIGLO XVII





Existen diversos trabajos sobre el contrabando en el Río de la Plata, en donde algunos autores tratan de explicar este fenómeno utilizando diferentes enfoques y atribuyendo de esta manera algunas causas posibles. Algunas de estas, la corrupción generalizada de los funcionarios, la venta de cargos públicos, las irregularidades de las comunicaciones, la ambigüedad y contradicciones de las leyes, la inoperancia de los monarcas, las situaciones desfavorables de la política exterior de la corona con respecto a otras potencias, el aumento de poder de las elites locales, etc. Todas estas posibles causas en forma singular son insuficientes para explicar este fenómeno, tan arraigado en el Río de la Plata.
Para poder llevar a cabo este análisis es conveniente aclarar algunos conceptos que son de suma importancia para comprender algunas situaciones, como es el caso de corrupción y contrabando. Las definiciones de estos conceptos serán tomadas de algunos autores que trabajaron en el tema.

También se tratará de exponer la situación del puerto de Buenos Aires, con respecto al comercio atlántico, y la importancia que la corona le otorgaba a este puerto, la legislación, y las reformas llevadas a cabo para limitar el tráfico ilegal. Se hará una exposicion sobre el comercio legal, (flotas y galeones, navíos de registro, de permiso, etc.) la participación en el comercio de funcionarios de la metrópoli, elites locales, y su relación creando vínculos de intereses muy estrechos que permitieron la práctica del comercio ilegal.

CONCEPTUALIZACIÓN DE "CORRUPCIÓN" Y "CONTRABANDO"
Para poder llevar a cabo el análisis de este tema es necesario definir algunos conceptos que es adecuado hacerlo  para abordarlo, definiendo el concepto de "corrupción", tan ligado al "contrabando".
"...en el caso del Río de la Plata en el siglo XVII la corrupción - en tanto fenómeno masivo - consistió fundamentalmente en la infracción regular de un repertorio fijo de normas que limitaban la integración de los representantes de la corona en la oligarquía local, es decir, en la participación de actividades económicas. El hecho de que una de esas actividades estuviera prohibida, el contrabando oscurece lo esencial del fenómeno. La confusión aumenta con la utilización del término corrupción, cargado de anacrónicas connotaciones delictivas." (Moutoukias).
La corrupción se puede entender no como una aberración del sistema, como un conjunto de excesos, sino como uno de los medios privilegiados del sistema para permitir esta búsqueda de equilibrio entre intereses a veces contradictorios, y salvando a su vez la autoridad del monarca, la corrupción era una verdadera válvula de escape a las contradicciones del sistema, e incluso algunos autores consideran que este solo funcionaba gracias a ella. (Gelman).
Lo que se trata de explicar es que estos funcionarios entendían que no eran desleales al rey solamente a algunas leyes, porque tal vez eran contradictorias o ambiguas.
"... entre la burocracia hispanoamericana se observan predominantemente cuatro tipos de corrupción: comercio ilícito, cohechos y sobornos, favoritismo y clientelismo y finalmente venta de oficios y servicios burocráticos al público (Pietshmann ).
En este trabajo se analizará el primero de estos tipos de corrupción, que es el comercio ilícito o contrabando, en donde participan diferentes agentes que se relacionan en forma muy estrecha, creando lazos que perduran a pesar de los cambios que se implementan por parte de la corona para tratar de desestabilizar este ilícito y poder controlar o disminuir el poder que alcanzan estos grupos dentro del sistema comercial, político y económico. Estas transgresiones a las normas y leyes no se ciño solamente a la burocracia sino que se extendió al público en general, que requirió los servicio de la burocracia. En una palabra es lo que definió en su momento Carlos Nino como "anomia boba"
Algunos autores muestran esta práctica de comercio ilícito como consecuencia de la incapacidad de la industria española para abastecer debidamente  los mercados americanos en creciente demanda, como consecuencia del aumento de la población y de la riqueza y por último la fuerte presión ejercida por potencias europeas en ciertos puertos americanos (Sanchez Barba)
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL PUERTO DE BUENOS AIRES Y SU RELACION CON EL COMERCIO ILÍCITO.
Un punto estratégico para llevar a cabo el comercio ilegal era el puerto de Buenos Aires, sobre este tema, Carlos Segreti, realiza un análisis sobre la importancia del puerto para las ciudades del interior, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y Salta, abasteciéndolas de mercancías de importancias para sus habitantes, que no son muchos, por lo tanto no eran grandes centros de consumos, pero sí se abastecían de productos que no tenían acceso local, además podían colocar sus excedentes para su comercialización, de esta manera el comercio se impone como medio indispensable para acceder a los mismos, esto posibilitó el establecimiento de vínculos entre los distintos centros urbanos, además si estos centros hubiesen tenido que abastecerse de Lima es casi seguro que no hubieran logrado afirmarse, ya que las necesidades las habrían pagado a un alto precio, es indudable que en el siglo XVII la rivalidad entre Lima y Buenos Aires se acentúa.
La legislación impuesta al puerto de Buenos Aires con la Real Cédula del 20 de agosto de 1602, que le permite por seis años a exportar sus productos (harina, cecina y cebo) en navíos propios al Brasil, Guinea e Islas circunvecinas de vasallos del rey, como Buenos Aires no cuenta con variedad de productos deberá acudir al interior, Tucuman y Córdoba (Segreti). Lo producido de sus ventas podrá ser introducida en ropa, lienzos, hierro, zapatos, etc., pero solo deberán consumirse en el Río de la Plata. Estas limitaciones no se cumplirán, los navíos no son todos propios, y a este tipo de ilícitos se le agrega la introducción de esclavos con destino al interior, más precisamente al Alto Perú, los intereses limeños se ven afectados e intentarán por todos los medios que la corona ponga fin a Buenos Aires como puerto, Felipe III dictó las reales cédulas del 8 de Setiembre de 1618, en que limitan la exportación a dos buques por año y no más de 100 toneladas, esto no se cumple y a raíz de esto se establecen en Córdoba una aduana para evitar que la mercancía siga el recorrido al interior, esta aduana fracasará, ya que rápidamente el contrabando traza nuevos caminos, no solo ingresa las mercaderías por todo el interior y al Alto Perú, sino que el Metálico de esta zona pasará a manos extranjeras por este mismo canal.
Esta situación la corona no la desconocía, pero como explica Zacarías Moutoukias , la corona reconocía la necesidad de mantener allí un centro poblado, es por eso que entre 1602 y 1622 hizo merced a los vecinos de Buenos Aires  una serie de autorizaciones para comerciar.
Recordemos que Buenos Aires estaba excluida de las rutas marítimas regulares y que el objetivo básico para la corona era mantener el monopolio comercial de Lima y Sevilla, y que esto se llevaba a cabo bajo el régimen de Flotas y galeones. 
Los conflictos de España con las potencias Europeas (Francia e Inglaterra), hacían que las comunicaciones con las Indias, sean irregulares, el control deficiente y las necesidades de los habitantes en crecimiento, hizo que fuera posible el ingreso de buques extranjeros cargados de mercaderías a los puertos americanos y sobre todo al puerto de Buenos Aires, en donde las comunicaciones con el Alto Perú facilitaban las salidas de los minerales tan preciados por estos buques comerciantes, la decadencia del régimen de flotas producida por la Guerra de Sucesión española, el sistema de flotas y galeones casi desaparece durante los cinco primeros años de este conflicto, no habrá prácticamente regularidad alguna, en el movimiento de la llamada Carrera de Indias desde 1706 a 1712, solo cuatro flotas se destinan a Nueva España y una al istmo, todas ellas custodiada por naves de guerra con pabellón francés.
El proyecto para "flotas y galeones" del cinco de abril de 1720 intenta estabilizar el tráfico escoltados por un convoy pero fueron deficientes (Beato), recordemos que en cuarenta años sólo salen cinco armadas (1685, 1690, 1696, 1726) (Assaudurian). Este vacío es ocupado por el comercio ilegal en el que participan franceses, ingleses y holandeses.
Otra forma de ingreso era los navíos de registro, Zacarias Moutoukias  los define de la siguiente forma:
a) "...Los navíos de registro formaban parte del sistema de navíos sueltos, es decir embarcaciones que navegaban a diferentes puertos de las Indias fuera del régimen de Flotas y Galeones, por lo cual debían obtener la autorización expresa de la Corona, las llamadas licencias.
b) El otorgamiento de dichas licencias, al menos las destinadas al Río de la Plata, daban lugar a un contrato (asiento) entre la Corona y un particular. Por el mismo, éste obtenía de aquélla la autorización de viajar contra el pago de una suma de dinero – calculada según el tonelaje – y la prestación de un servicio, es decir, los traslados de autoridades y soldados, envíos de armas y pertrechos. Las licencias eran públicamente ofrecidas en Sevilla al mejor postor, aunque en algunos casos hubo armadores que las gestionaron espontáneamente en la corte por medio de un apoderado.
c) Asociado al cumplimiento de un servicio, él envió de navíos de registro fue siempre una prerrogativa que la corona se empeño en conservar ante quienes solicitaban su anulación(consulado de Lima y a veces, el de Sevilla) o su implantación permanente a (vecinos y autoridades de Buenos Aires), vale decir que era la Corona quien decidía sobre la frecuencia de los viajes.
d) El comercio que realizaban no escapaba a las características generales del trafico atlántico por el Río de la Plata, particularmente en lo relativo al papel de la plata como principal mercancía exportada. Esto, a pesar de las disposiciones – constantemente transgredidas – que limitaban los retornos de metales preciosos. Asimismo menciona las relaciones entre navíos de registro y contrabandistas holandeses.
e) A partir de la década de 1670 se generalizó – al igual que en otros sectores de la administración – la práctica de comprar la absolución de los fraudes cometidos antes que fuesen descubiertos, pagando un indulto...".
En cierta forma los navíos de registro garantizaban el funcionamiento del aparato administrativo y militar local.
En el siglo XVIII los Borbones en el poder de la Corona Española, inician una serie de reformas administrativas que alcanzarán su mayor punto con Carlos III a mediados del siglo. Estos cambios producirán ciertas tensiones en América, en general, por el intento de suplantar a todos los funcionarios de los cargos públicos, e introducir a peninsulares fieles a la corona; este nuevo sistema desconocía la necesidad de lograr un consenso político con los súbditos, y destruía la flexibilidad del sistema anterior, que se había mostrado capas durante dos siglos de absorber tensiones y resolver conflictos. Jorge Gelman cita a Jhon Ledel y Phelan, quien señala que las reformas borbónicas desconocían de esta manera la "constitución" no escrita que había regido por mucho tiempo  la vida en las colonias, y por lo tanto no preveía las resistencias que generaron. Estas resistencias tenían que ver por un lado con la larga tradición de negociaciones y elementos estructurales de la economía y la sociedad colonial que la legislación difícilmente podía cambiar. Estas reformas benefician al comercio intercolonial con España, ya que en octubre de 1765, el Real Decreto beneficia el libre comercio a las islas de Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Margarita y Trinidad.
En España el beneficio se extiende en Valencia y Murcia los puerto de Alicante y Cartagena; en Granada el de Málaga, en Cataluña y Aragón el de Barcelona, en Castilla el de Santander, en Galicia el de la Coruña, en Asturia el de Guijón; se sustituyen todos los impuestos y se aplica solamente uno que es del 6% ad valorem para las mercaderías españolas, y el 7% para las extranjeras, las zonas habilitadas se van ampliando, en 1778 se beneficia al puerto de Buenos Aires, haciéndose muy difícil la distinción entre el comercio legal e ilegal. A fines del siglo XVIII, luego de la independencia de los Estados Unidos y luego la Revolución Francesa donde se ve involucrada España en guerras internacionales y que se extenderán hasta 1815 en donde dentro de este período le declarará la guerra a Gran Bretaña y que en la batalla de Trafalgar en octubre de 1805 perderá toda la flota de guerra dejando a las colonias sin protección , en este período España se verá obligada a legislar para efectuar concesiones con extranjeros para mantener una comunicación con sus colonias que pronto se verá agravada con la invasión de Napoleon Bonaparte a la península. Debilitado el control y abastecimiento de las colonias, el puerto de Buenos Aires se ve beneficiado pudiendo comerciar libremente (Segreti).
ANALISIS SOBRE LAS PRÁCTICAS DEL "CONTRABANDO"
Esta situación lleva a que se analicen las vinculaciones de los funcionarios y un grupo de comerciantes locales que posibilitan este comercio ilícito. Algunos autores tratan de explicar el fenómeno de la corrupción de la administración, a los bajos sueldos percibidos y a la demora del pago de los mismos, a la falta de una carrera administrativa, la venta de los cargos públicos; Host Pietschmann  señala que, cuando a mediados del siglo XVII la corrupción de los funcionarios se había generalizado y cuando intentos anteriores de reprimirla habían fracasado, en gran medida la corona empezó a participar en los negocios, mediante el beneficio de empleos de justicia y gobierno.
Existe una legislación abundante que reglamenta la organización interior de este aparato administrativo, que dio normas para la ejecución del poder conferido a los funcionarios que lo componían, y sobre todo, intentó precaver de los abusos de los funcionarios. A ellos se les asignó, al menos cuando obtuvieron poderes gubernativos y jurisdiccionales, un sueldo fijo y se les prohibirá cualquier actividad que proporcionara ingresos adicionales. Otras leyes procuran el aislamiento social de estos burócratas del medio ambiente en el cual debían ejercer sus oficios, prohibiendo matrimonios con mujeres nativas de su distrito y la adquisición de bienes inmuebles dentro del ámbito de su jurisdicción etc. El ideal que persigue esta legislación es claramente la búsqueda del funcionario imparcial, incorrupto, que se dedica por completo al logro del bien de la corona y del público.
Otra situación que se da es la de los habitantes de Buenos Aires que poseían el capital necesario para comprar los cargos, entraban a formar parte de la administración, concentrando de esta manera el poder político y el socioeconómico, formándose de esta manera una elite con importantes poderes, Gelman la define "... como los sectores que concentran en un grado más alto el poder, la riqueza y los honores en las ciudades hispanoamericanas, no tienen por ello mismo un solo rasgo que las caracterice, sino que reunen un vasto conglomerado de actividades y atributos. La riqueza (y por ello el comercio una de las pocas actividades que daba acceso a la misma en la colonia) era una condición sine qua non para poder acceder a la elite, pero esta se consolida con el poder y el honor y a su vez con la diversificación económica, que permitía conservar, algo mas tranquilamente, la riqueza obtenida generalmente a través de la riesgosa actividad comercial."
Otro grupo importante en el comercio marítimo es el de los militares, Moutoukias enumera algunos casos en donde aparecen involucrados frecuentemente oficiales, asi como algunos soldados, este grupo se encontraba de forma inmejorable para participar en la vida mercantil de la ciudad. A continuación se epone un ejemplo citado por Moutoukias, que sirve para graficar la situación en que se veían implicados algunos militares; "En ocasiones una tienda y una propiedad rural servían de base a las actividades de un grupo de soldados y oficiales asociados a comerciantes. Ese fue el caso de Juan Bautista Fernández y Joseph Antonio Ximenez, ambos soldados del fuerte, propietarios de una tienda donde se encontraron en 1678 mercancías extraídas del navío perteneciente al holandés Yansen. Actuaban ligados a un capitán del presidio, francisco Izquierdo, quien a su vez lo estaba con dos comerciantes, Juan de Albizuri y Antonio Guerrero, español llegado en los navíos de registro de Vergara el primero, portugués residente en Buenos Aires el segundo. El capitán y el mercader español visitaron la nave de Yansen y posteriormente desembarcaron una importante cantidad de mercancías en la finca de otro oficial, el capitán Pedro Gutierrez. Con una parte de aquellas, Albizuri viajó – huyendo- hacia el Tucumán. Previamente había entregado un poder a Guerrero para cobrar las restantes, entre las cuales se encontraban las mercancías secuestradas a los soldados Fernández y Ximenez".
A todas estas irregularidades la Corona trata de controlar a través de la legislación, pero no logra su objetivo.
Todas estas medidas eran contradictorias, por un lado se trataba de erradicar el contrabando legislando sobre el comercio y por otro otorgaba beneficios para comerciar y aceptando el pago de indultos por delitos a cometer. Son abundantes los documentos con los que se cuentan en donde los propietarios de las cargas efectúan este pago antes de ser corroborado el ilícito, en algunos casos, los indultos superaban el valor de las cargas, como por ejemplo el del capitán Miluti, en 1671 aceptó pagar 35.000 pesos entre licencia e indulto para transportar una carga de 33.400 pesos, en Buenos Aires; los fraudes estaban tan generalizados y profundamente arraigados en la navegación autorizada hacia el Río de la Plata, que los registros confeccionados por los capitanes, apenas reflejan una sombra del comercio real, por ejemplo entre 1650 y 1700 el valor declarado de los tesoros transportados a España, ascendió a 189.049 pesos, de los cuales 126.000 pesos correspondían a particulares, mientras que en un solo comiso efectuado en 1661 al capitán Manuel Tellería, se secuestraron 113.500 pesos en metales preciosos, y durante el período de 1661/99, únicamente en concepto de indulto se pagaron 217.000 pesos(Moutoukias).
Este gran comercio que se lleva a cabo en el Río de la Plata, benefició a la corona, porque permitió instalar un dispositivo militar, enviar tropas a Chile, mantener las comunicaciones regulares y una administración que sostenía la soberanía de la corona en el territorio (cuyos funcionarios por su interés en los honores y el poder que la corona le otorgaba, se beneficiarían también de la participación en el comercio). Las reformas efectuadas rompieron con el equilibrio establecido y generaron resistencias y rechazo hacia el poder de la metropoli.
HACIA UNA NUEVA VISIÓN DEL PROBLEMA
Muchas veces hemos escuchado decir o hemos leído sobre el contrabando y la corrupción en el Río de la Plata, muchos trabajos se han realizado sobre este tema y se establecen diferentes hipótesis sobre la raíz de estas situaciones, la historia tradicional describe esta práctica como un hecho estático, limitado a un sector de la sociedad y por lo tanto es fácil de diferenciar.
Para poder llevar a cabo este análisis desde otros enfoques fuerón seleccionados Jorge Gelman y Zacarias Moutoukias, el primero desde su trabajo "La lucha por el control del Estado: Administración y Elites coloniales en Hispanoamérica" en donde analiza las transformaciones en las estructuras del poder y la incidencia de las reformas políticas , económicas puesta en marcha por los Borbones en la segunda mitad del siglo XVIII y cómo fue la relación entre los funcionarios y las elites locales, análisis contrario a lo que plantea la vieja historiografía americanista que consideraba al estado implantado por la corona, fuertemente centralizado y que excluía a las elites locales de la participación a los factores de poder y que la participación de estos se limitaba a las prácticas ilegales del comercio para poder acceder de alguna manera a un reconocimiento social, estos planteos quedaron relegados a raíz de estos nuevos enfoques que nos muestran una participación activa y una fuerte vinculación entre los agentes de la corona y la elite local, sobre esta situación es interesante el análisis que realiza Moutoukias en donde nos muestra la movilidad de estos grupos y su participación en las magistraturas de comerciantes, militares, capaces de absorber la lealtad de altos funcionarios.
Estos puntos de vistas enriquecidos por el análisis de Pietschmann sobre la conceptualización de la "corrupción" y el "contrabando" hacen posible que se pueda pensar de otra manera la situación.
Parece muy adecuado el análisis de Moutoukias, sobre el tema;... "en realidad es artificial intentar distinguir entre comercio ilegal y legal, por su mecanismo, sus circuitos , los hombres que los efectuaban y las mercancías que se traficaban, el comercio clandestino y el autorizado, formaban parte de un mismo fenómeno". 
Estas redes de vínculos que se fueron creando abarcaron a diferentes sectores de la sociedad, mencionados anteriormente, estos fueron fortaleciendo su poder político y social, alentados por la influencia de las potencias extranjeras, obteniendo mayor amplitud en las decisiones comerciales, a esto se le agrego luego a principios del siglo XIX la necesidad de defender los territorios de invasiones extranjeras, utilizando sus propios recursos, esto dejo de manifiesto que se podían abastecer y defender sin la participación de la metrópoli, estos acontecimientos serían los primeros pasos hacia la independencia.
Uno se pregunta, ¿hubiesen las colonias Hispanoaméricanas haber mantenido tanto tiempo la soberanía de la corona sin el abastecimiento del comercio ilícito?.



BIBLIOGRAFIA
** Gelman Jorge
"Historia General de América Latina"
Volumen IV Capitulo 10: La lucha por el control del estado administración y elites coloniales. Pp. 6
** Moutoukias, Zacarias
1988 "Burocracia, Contrabando y Autotransformación de las elites. Buenos Aires en el siglo XVII".
Anuario del IEHS III Tandil. Pp. 216, 217, 219, 223, 227, 236.
** Host Pietschman
Sf. "Burocracia y Corrupción en Hispanoamerica colonial. Una aproximación tentativa" pp. 21, 23.
**Assaudourian Sampat Carlos
"El sistema de la economía colonial- el mercado interior, regiones y espacio económico"
Editorial Nueva Imagen. Buenos Aires /sf.
** Haring C.H.
"El imperio Hispánico en América"
Edición Peuser Buenos Aires. Pp. 105
** Segreti Carlos
"Temas de historia colonial (comercio e interferencia extranjera)"
Academia Nacional de la Historia Buenos Aires 1987. Pp. 61, 105.
**Sanchez Barba Mario
"Historia Universal de América II"
Capitulo V La sociedad Colonial Hispánica en el siglo XVIII.
Editorial Guadarrama, Madrid 1961. Pp. 182
** Carlos Assaudurian- G. Beato- C. Chiaramonte, Historia Argentina, De la Conquista a la Independencia, volúmen II Paidos Buenos Aires 4° reimpresión 1996.