Transcribo, en especial para ser leída por los jóvenes, la renuncia de Monseñor De Nevares a la Convención Constituyente de 1994. Este hombre sí que podía hablar de Derechos Humanos
LA RENUNCIA DE MONSEÑOR DE NEVARES
LA RENUNCIA DE MONSEÑOR DE NEVARES
Sr.
PRESIDENTE.— Tiene la palabra el señor convencional por Neuquén.
Sr.
DE NEVARES.— Señor presidente: voy a ser muy breve y solicito autorización para
leer algunos párrafos que me permitan ser más preciso en la exposición.
Sr.
PRESIDENTE.— El reglamento que estamos utilizando en este momento lo autoriza a
leer apuntes, señor convencional.
Sr.
DE NEVARES.— Muchas gracias, señor presidente.
Señor presidente, señoras y señores
convencionales: he pedido la palabra
para expresar con franqueza y sencillez algo que no por previsto me causa menos
dolor. En este momento manifiesto mi decisión de abandonar definitivamente esta
Convención Constituyente a la que asisto en cumplimiento del mandato con el que
fui honrado por la mayoría del electorado de la provincia del Neuquén, para el
caso de que este cuerpo mantenga la vigencia del artículo 5º de la ley 24.309.
Sra.
SCHIAVONI.— ¿Me permite una interrupción, señor convencional, con el permiso de
la Presidencia?
Sr.
DE NEVARES.— Sí, señora convencional.
Sr.
PRESIDENTE.— Para una interrupción tiene la palabra la señora convencional por
el Neuquén.
Sra.
SCHIAVONI.— Señor presidente: trataré de ser breve en esta interrupción.
Este es un momento importante de la
Convención. Si bien todos sabíamos que el convencional de Nevares se había
propuesto abandonar esta Convención, yo quería hacerle un pedido especial.
Quiero solicitarle que se quede con nosotros, que somos apenas mujeres y
hombres políticos que estamos en la política porque creemos que la realidad se
puede cambiar.
La comunidad nacional conoce al
convencional De Nevares por haberse destacado en su lucha en favor de la vida
durante la dictadura. Le solicito entonces que se quede en el foro, que no abandone
este ámbito democrático, para que también lo recordemos trabajando en tiempos
de la democracia. (Aplausos)
Sr.
PRESIDENTE.— Continúa en el uso de la palabra el señor convencional por
Neuquén.
Sr.
DE NEVARES.— Agradezco las palabras de la señora convencional.
Debo señalar que lo he reflexionado
muchísimo. He escuchado muchas voces que me honran, como la de la señora
convencional, y por eso digo que esta decisión me causa dolor.
Considero que los miembros de la
Convención tienen el derecho de conocer mis razones y yo la obligación de
exponerlas, aunque sea brevemente.
El reglamento que propone la mayoría
—y que seguramente será aprobado— pretende convalidar lo establecido por la ley
24.309, que convoca a esta Convención Constituyente. Afirmo que la Convención
está viciada de nulidad absoluta, como en consecuencia también lo estarán sus
decisiones.
Deseo aclarar que hablo por mí
mismo. He estudiado Derecho —y me recibí— en años en que quizás la Corte
Suprema de Justicia de la Nación ocupaba un sitial en la opinión de la gente y
de los hombres de leyes, que ahora ha perdido de la misma manera que todo el
ordenamiento jurídico.
Por eso quiero señalar por qué
afirmo lo que acabo de decir. En primer lugar, la ley 24.309 que convoca a esta
Convención transgrede las facultades que la Constitución Nacional atribuye a
los poderes Legislativo y Ejecutivo al arrogarse éstos facultades
constitucionales en abierta violación al artículo 30 de la Constitución que se
pretende reformar. Esto lo realiza al limitar por el artículo 5º el voto de los
convencionales en lo vinculado al Núcleo de Coincidencias Básicas, al
predeterminar la redacción de los proyectos contenidos en dicho Núcleo, al
fijar un plazo improrrogable para la duración de la Convención, y de muchas
otras maneras. Esta es la razón fundamental: la institucional.
No tiene ya interés ni es oportuno
en consecuencia hacer referencia al contenido del llamado paquete, pero sin
embargo no puedo dejar de expresar mi alarma ante la desmesurada extensión de
los poderes presidenciales, que hace muy tenue la ya tenue división de poderes.
Por eso digo, parafraseando a un
personaje argentino que admiro mucho, que no quiero asistir a los funerales de
la República.
Alguien dijo que la historia será
implacable al juzgar aciertos y errores. Yo agregaría: ¡cuánto más implacable
será con quienes han realizado una verdadera subversión en el orden
constitucional! No querría caer bajo este juicio implacable de mi patria, aun
más que de la historia.
Finalmente, creo que debo una
explicación a muchos que me han preguntado por qué presenté entonces la
candidatura, acepté luego el cargo y juré al tomar posesión de él. El porqué
radica en que conservé siempre, esperando contra toda esperanza hasta este
momento, que la Convención, dejando de lado el pacto impopular y la ley
inconstitucional, resolviera que los temas incluidos en el artículo 2°
fueran discutidos y votados en particular, contrariamente a lo establecido en
el artículo 5º de la ley. Pero es evidente que eso no sucederá.
Sr.
PRESIDENTE.—Señor convencional De Nevares: le están solicitando otra
interrupción.
Sr.
DE NEVARES.— ¿Me permite terminar, señor presidente?
Sr.
PRESIDENTE.— Continúa en el uso de la palabra el señor convencional por el
Neuquén.
Sr.
DE NEVARES.— Por el contrario, muchos
asistimos como espectadores a sordas y estruendosas contiendas que están muy
lejos de las expectativas del pueblo.
Sra.
GALARZA.— ¿Me permite una interrupción?
Sr.
PRESIDENTE.— La señora convencional por el Neuquén le solicita una
interrupción.
Sr.
DE NEVARES.— Se la concedo, señor presidente.
—Manifestaciones
en las galerías.
Sr.
PRESIDENTE.— Tiene la palabra la señora convencional por el Neuquén.
Sra.
GALARZA.— Señor presidente: en el día de ayer y en lo que va de la reunión de
hoy hemos escuchado brillantes exposiciones, a las que se suman en este momento
los conceptos que está vertiendo el convencional de Nevares —quien me ha
permitido esta interrupción—, a través de las cuales se brindaron una catarata
de argumentos demoledores en contra de la validez del artículo 5º de la ley
24.309 así como del proyecto de reglamento del dictamen de mayoría. Sin embargo, estamos en presencia de una
mayoría obcecada e intransigente...
—Manifestaciones
en las galerías.
Sra.
GALARZA.— ...que se niega a escucharnos.
VARIOS
CONVENCIONALES.— ¿Qué estamos haciendo en este momento?
Sra.
GALARZA.— He venido a esta Convención Constituyente en virtud del mandato del
pueblo del Neuquén para poder debatir y votar sin las ataduras que impone el
artículo 5º de la ley 24.309, ataduras que
evidentemente serán consignadas en el reglamento interno de la
Convención.
En consecuencia, resulta evidente
que se impondrá la votación en bloque de los trece artículos del Núcleo de
Coincidencias Básicas. Ante ello, el
mandato que traigo me obliga a retirarme definitivamente de esta Convención
junto con el convencional Jaime Francisco De Nevares. Y seré fiel a ese mandato.
—Varios
convencionales hablan a la vez.
Sr.
PRESIDENTE.— Le informo al señor convencional De Nevares que varios señores
convencionales han solicitado que les conceda interrupciones.
Sr.
DE NEVARES.— Señor presidente: tal vez pueda parecer que he sido algo
arbitrario, pero no acepté interrupciones porque tenía interés en culminar mi
exposición. De cualquier manera, antes
de que la Presidencia me hiciera esta aclaración ya había decidido conceder una
interrupción al convencional que la requirió en primer término. En consecuencia, concedo la interrupción a
quien corresponda.
Sr.
PRESIDENTE.— En primer lugar, había solicitado una interrupción el señor
convencional Barra, quien queda en el uso de la palabra.
Sr.
BARRA.— Señor presidente: estamos escuchando una sentida manifestación del
señor convencional De Nevares. Con el
mayor de los respetos, quiero decirle que su exposición está basada en argumentaciones tremendistas, y acá
debemos hacer análisis que estén más allá de la conciencia y el sentir de cada
convencional. Más adelante, haré una
referencia sobre este asunto.
Ahora bien, hemos observado dos
tipos de argumentaciones que se confunden y se juntan: las políticas y las
jurídicas. El señor convencional De
Nevares y la convencional a quien le
concedió una interrupción antes que a mí no han advertido que la Convención
está destinada a establecer una reforma parcial de la Constitución y que ha
sido convocada conforme lo dispone el artículo 30 de nuestra Carta Magna, donde
se establece claramente que la Constitución puede reformarse, además de en su
todo, en sus partes. Y si puede
reformarse en sus partes, es lógico e indispensable que esas partes que serán
reformadas sean identificadas, facultad que la Constitución de 1853 le otorga
al Congreso de la Nación.
En consecuencia, había que decidir
si la Constitución se reformaría en su todo o en sus partes. Como se decidió esto último era necesario
identificar a las partes, lo que fue hecho por el legislador en el Congreso,
cumpliendo con el mandato del artículo 30.
A su vez, cabe destacar que todos
los que estamos en esta Convención hemos sido electos conforme a la ley 24.309.
que estableció claramente las reglas de juego.
Esto lo sabíamos cuando nos presentamos como candidatos a convencionales
constituyentes y también lo sabía el pueblo de la República cuando nos
votó. Precisamente, ese pueblo votó en
un sentido determinado siguiendo la definición del Pacto de Olivos y su consecuencia,
la ley 24.309. Por lo tanto, esta
Convención está utilizando un
procedimiento
que es perfecto en su regularidad jurídica y que se encuentra asentado en el
artículo 30 de la Constitución Nacional.
Es importante tener en cuenta que esto ha sido definido por el
legislador en la ley 24.309, con el voto de las dos terceras partes de los
miembros del Congreso. No sé si se ha
advertido eso: que la ley que nos ha convocado tuvo el voto de los dos tercios
de los miembros del Congreso.
Sr.
PRESIDENTE.— Señor convencional Barra: le advierto que usted figura anotado a
continuación en la lista de oradores,
razón por lo que pido que se atenga a las características de un pedido de
interrupción y no se extienda mucho más en su alocución.
Sr.
BARRA.— Ya termino, señor presidente.
Entonces, quiero advertir que la
Convención en la que estamos participando tiene una base jurídica sólida. Si bien hay otras cuestiones jurídicas que
son muy respetables, creo que ellas debieron ser analizadas en el momento de tomar
la decisión de participar de la puja electoral.
En todo caso, los argumentos que ahora se están esgrimiendo debieron ser
debatidos en ocasión de la campaña electoral, la que desencadenó en resultados
concretos a través del voto popular. (Aplausos)
Sr.
PRESIDENTE.— Hay varios señores convencionales que han solicitado que el señor
convencional De Nevares le conceda interrupciones.
Sr.
DE NEVARES.— Ya termino, señor presidente.
Estoy cerca de llegar al final de mi exposición. Prácticamente, estaba aterrizando. Lo que sucedió fue que el aterrizaje resultó
un poco complicado como consecuencia de mis expresiones.
Cuando concedí las interrupciones
estaba por decir que no tengo más esperanzas de que la Convención Constituyente
modifique el artículo 5º de la ley 24.309 .
Entonces, mientras conservo en mi
espíritu una afectuosa disposición por todos —inclusive por quienes discrepan
conmigo, que son muchos dentro y fuera de esta Convención—, en este momento
presento formalmente mi renuncia y me retiro de esta Convención.
Eso es todo. (Aplausos. Varios señores convencionales rodean y
felicitan al orador)